Dice la leyenda que en tiempos de los colonos, la hija de los terratenientes de los Planes de Rendero, fue cortejada por el mismísimo Príncipe de las Tinieblas. Su padre, decidido a no dejarla en las garras de Luzbel, salió en persecución de éste cuando cayó la noche. El maligno, acosado por todos los arrendatarios del hacendado, huyó atravesando las montañas y derribando parte de ellas con su golpe.
La mitología popular ha dado en decir que, desde entonces y debido a la forma de arco que el golpetazo talló en la cordillera, fue denominada Puerta del Diablo.
Sea como fuere, lo cierto es que es uno de los paisajes más bellos que pueden contemplarse en el sur de El Salvador. Una magnífica formación de piedra, enclavada en el cerro de El Chulo, apenas a un kilómetro de distancia del famoso Parque Balboa.